Un estudio publicado en la prestigiosa American Journal of Clinic Nutrition, ha concluido que la ingesta de alimentos cocinados con granos enteros es mucho mejor que si comes alimentos hechos con granos refinados. Y no solo eso, sino que además, activa tu metabolismo y te ayuda a quemar 100 calorías al día aunque estés sentado tranquilamente en el sofá viendo la televisión.

Anteriormente, los estudios que existían sugerían que había beneficios de tomar granos enteros para el control de la glucemia y la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, había controversia sobre si los granos enteros y la fibra eran beneficiosos para regular el peso, sobre todo porque no había estudios metabólicos que lo demostraran. Hasta ahora.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores del Friedman School of Nutrition Science and Policy, de la Universidad de Tufts, hicieron un estudio empírico en un grupo de 81 hombres y mujeres entre 40 y 65 años.

En las dos primeras semanas del estudio, los participantes tuvieron que tomar el mismo tipo de comida. Tras este periodo, los 81 hombres y mujeres fueron divididos para ingerir diferentes dietas, algunas de las cuales incluían productos con granos enteros y otros con granos refinados. Mientras tanto, debían seguir con su actividad física normal.

¿Cómo fue el resultado?

Pasadas las ocho semanas, midieron el peso, el ratio metabólico, la glucosa en sangre, las calorías fecales, así como el hambre que habían podido pasar los participantes. La conclusión fue que aquellos que tomaron alimentos con granos enteros, habían incrementado su actividad metabólica estando en reposo en comparación con los que habían tomado granos refinados.

Esto, traducido, significa que, de media, quemaron unas 100 calorías más al día sin tener que haber hecho ningún gran esfuerzo. Es más, los investigadores creen que el resultado podría haber sido mejor si les hubieran dado alimentos con los granos enteros en lugar de con harinas de grano entero, pero era lo que había en el supermercado.

Grano de trigo
Grano de trigo | Pixabay

¿Dónde puedes encontrar los alimentos de grano entero?

Los granos enteros se diferencian de los refinados en que conservan las tres partes que lo componen: salvado (capa externa), endospermo (parte media) y germen (el núcleo del grano).

Cada una de ellas tiene sus propiedades. Por ejemplo, el germen es rico en vitaminas B y E, en proteínas, minerales y grasas monoinsaturadas. El salvado tiene fibra dietética, así como oligominerales como el hierro, cobre, zinc y magnesio.

En este sentido, el grano entero puede no estar entero, ya que puede haber sido molido, triturado o partido, pero lo importante es el proceso que lo diferencia del refinado. Este último ha pasado por un proceso en el que se le han quitado el salvado, la fibra, las vitaminas… quedando únicamente el carbohidrato.

Un ejemplo claro: el arroz blanco y el integral es el mismo grano, solo que el blanco ha sido refinado y, por tanto, no contiene las mismas propiedades que el integral, que sigue conteniendo la fibra. Por eso, cuando tomas arroz blanco, aporta muy poco a tu cuerpo, y enseguida vuelves a tener hambre.

Todo aquello que te imagines, como panes, tortillas, bizcochos, etc., se puede realizar con harina de grano entero. Para identificarlo, suelen venir estampados con una marca en la etiqueta. Si no, busca entre los ingredientes. No es fácil, pero si lo encuentras, será positivo para tu salud.