Perder esos kilos de más que nos sobran de cara a la ‘operación bikini’ parece una tarea tediosa, aburrida y dilatada en el tiempo. Ante nuestro plato se posicionan meses y meses de dura dieta que pondrán a prueba nuestra fuerza de voluntad según vaya avanzando el calendario. ¿O n o? Según un reciente estudio, quizá no hagan falta más de dos días a la semana para quemar la grasa de la que quieres deshacerte.

Así lo afirman los científicos de la universidad de Surrey, un centro educativo de Estados Unidos que ha concluido que las dietas intermitentes de restricción energética eliminan la grasa de la sangre más rápido después de las comidas que las dietas de restricción calórica diaria. Además, esta bajada más acelerada de la grasa en sangre contribuye a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

En el análisis, publicado en el British Journal of Nutrition, los investigadores observaron la evolución de 27 participantes con sobrepeso que se sometieron a la dieta 5:2, un tipo de régimen que estipula una alimentación ‘normal’ –es decir, sin restricciones ni alimentos prohibidos– durante cinco días y, en los dos días restantes de la semana, solo habría que ingerir un total de 600 calorías.

Paralelamente, a otro grupo de estudio se le asignó una dieta en la que, de manera diaria, se restaban 600 calorías al total de su alimentación. De esta manera, los participantes hombres en el segundo bloque del análisis consumieron un total aproximado de 1.900 calorías cada 24 horas, mientras que las mujeres ingirieron alimentos por un máximo de 1.400 calorías durante el mismo periodo de tiempo.

Los resultados de la prueba

Al ser una dieta que requiere de un seguimiento muy meticuloso –aunque la norma de ingerir solo 600 calorías solo se hace extensible durante dos días, puede resultar muy difícil de seguir por determinadas personas–, el estudio se llevó a cabo sobre un grupo muy pequeño de participantes: el 20% de cada grupo de análisis abandonó el ensayo porque “no toleraban la dieta o no podían alcanzar el objetivo propuesto de pérdida de peso del 5%”.

Sin embargo, de entre los que se animaron a continuar en el estudio de la Universidad de Surrey, los resultados no dejaron lugar a dudas de que la pérdida de peso se producía mucho antes entre los que habían seguido la dieta 5:2. Así, este grupo eliminó el 5% de su peso corporal en menos de dos meses –59 días–, mientras que el conjunto que redujo su ingesta calórica diaria tardó en perder el mismo porcentaje casi medio mes más –73 días–.

 

Las otras ventajas del ‘fasting’

Fasting’ es el término inglés que designa a las dietas en las que se engloba el proceso 5:2. Traduciendo el concepto al español, el ‘fasting’ no sería otra cosa que someterse a ayunos temporales, un protocolo alimenticio que según la Universidad de Surrey tendría otros beneficios asociados además de la pérdida de peso.

Entre las ventajas de someterse a la dieta 5:2, los científicos también registraron una reducción en la presión arterial sistólica: este parámetro bajó un 9% después de haber seguido el régimen de restricción calórico durante dos días a la semana. Rebajar la tensión contribuye a reducir la presión sobre las arterias, algo que pone freno a la incidencia de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Por su parte, el grupo que siguió las reglas del límite calórico diario registraron una pequeña subida del 2% en su tensión.

"La dieta 5:2 podría tener un impacto beneficioso en algunos marcadores de riesgo importantes para las enfermedades cardiovasculares, en algunos casos más que en las dietas diarias. Sin embargo, necesitamos más estudios para confirmar nuestros hallazgos, comprender los mecanismos subyacentes y mejorar la tolerabilidad de la dieta 5:2", afirma la doctora Rona Antoni, investigadora del departamento de Metabolismo Nutricional de la Universidad de Surrey y colaboradora en el Servicio Nacional de Salud británico –National Health Service, en su terminología inglesa–.

Aunque las ventajas del ‘fasting’ podrían convencer a cualquiera para seguir la dieta del 5:2, conviene que te pongas en manos de un experto para asesorarte sobre cuál es la manera más indicada para ti. Este tipo de régimen no es adecuado para determinadas personas –por ejemplo, aquellos pacientes que sufren diabetes– y la supervisión médica es fundamental para perder peso y mejorar la salud sin riesgo.