El mundo del yoga es uno de los lugares donde hemos visto cosas más extravagantes. ¿A quién le sorprende hoy por hoy que haya clases de yoga que se hagan con una cerveza en la mano? ¿Y clases de yoga que se realicen completamente desnudos? ¿O al estilo Harry Potter? ¿O vociferando insultos para quedarse bien a gusto?

Pues bien, la nueva modalidad que está pegando fuerte en Oregón (Estados Unidos) es la práctica de yoga con cabras. En concreto con unas pequeñas cabras, adorables, y que, a tenor del número de visitas que atesoran en plataformas de contenido audiovisual, bien podrían ser unas increíbles influencers de las redes sociales si supieran lo que son.

 

Pero el yoga con cabras va mucho más allá de la simple curiosidad. Está demostrado que las terapias con animales pueden producir en el cerebro una mayor cantidad de los niveles de oxitocina y dopamina, involucrados con la sensación de placer y bienestar, a la vez que disminuyen los niveles de cortisol, la hormona responsable de regular los niveles de estrés en el organismo humano.

Habitualmente, estamos acostumbrados a ver cómo se hacen las terapias animales usando perros adiestrados y también caballos, pero en el caso de las cabras son aún las grandes desconocidas, y el que lo practica puede llegar a obtener grandes beneficios, como:

1.- Regulación del nivel hormonal, como se ha explicado anteriormente

2.- Reducción de la ansiedad y sentimiento de estar ayudando a otros seres vivos

3.- Incremento de la estimulación mental

4.- Distracción de los problemas del día a día y obtención de una felicidad momentánea

5.- Ayuda a relacionarse con otras personas, pues establece un tema de conversación original, y reduce la soledad.

 

Su creadora ha sido Lainey Morse, una estadounidense que, tras un proceso de crisis personal, laboral y de salud, decidió lanzarse a la aventura de lo que un día fue una clase de prueba y ahora se ha convertido en todo un fenómeno que tiene ya una lista de espera de más de 1200 personas. Además, el concepto ya se está expandiendo por diversas ciudades de Estados Unidos, por lo que no sería de extrañar que pronto lo viéramos también en España. ¿Alguien se anima a hacer yoga con unas lindas cabras en la espalda?